"Un entorno privilegiado donde el tiempo se detiene"
Localizado en el sector central de la región de Murcia, entre el nordeste del término de Lorca y el sureste de Mula, junto a Sierra Espuña, se encuentra éste enclave natural, guardian de una de las áreas de mayor importancia para las rapaces forestales en Europa, pudiéndose observar en una gran densidad.
Alberga las mayores alturas de la zona, exceptuando la de Espuña (1585m), y su línea de cumbres supera holgadamente los 1.400 metros. El Morrón de Rivazuelo (1.529 m), el Cerro de la Selva (1.521 m) o el Cerro de Ponce (1.443 m) son una clara muestra de ello. Barrancos, ramblas y collados constituyen las difusas fronteras naturales que marcan sus límites, si bien la uniformidad del macizo hace que, sobre el terreno, pasemos de una a otra sierra sin apenas reparar en ello. Además su especial orografía facilita la llegada a la cumbre a través de varias rutas y en un periodo de tiempo relativamente corto.
En esta abrupta extensión podemos disfrutar del despliegue de numerosos cauces fluviales intermitentes que se se funden con el terreno drenando la montaña, destacando el Barranco del Horcajo, la Rambla del Cargador, el Barranco del Madroño, el Barranco de Ponce o el Barranco de la Mula.
La climatología de la zona es claramente mediterránea gozando de temperaturas suaves durante la mayor parte del año. Los inviernos suelen ser fríos pero cortos y los veranos secos y calurosos. La temperatura media anual ronda 19Cº y las precipitaciones están en torno a 500mm/año.
Por todo esto y mucho más, los amantes de la montaña que aún no conozcan estas carismáticas sierras, tienen la oportunidad de descubrirlas y disfrutar de un entorno privilegiado donde el tiempo de detiene.
Recomendaciones
• Llevar agua abundante y alimentos suficientes para afrontar los itinerarios, según su duración y dureza.
• La vestimenta y el calzado deben ser cómodos y adaptados a la época del año en la que se realiza la excursión o actividad.
• Ir provistos de los correspondientes mapas topográficos donde quedan recogidos los itinerarios, ya que las referencias que contienen pueden resultarnos muy útiles.
• Si por alguna razón te pierdes o no tienes claro por donde seguir es mejor que des media vuelta, no te arriesgues si no conoces la montaña.
• Intenta no ir solo a la montaña y deja dicho en algún lugar la actividad, el itinerario y la previsión de horario que has planeado.
• No sobrevalores tu experiencia y condición física, y pon especial atención cuando te acompañen personas con poca experiencia o niños, ya que su fuerza y resistencia física será menor.
• Planifica previamente el itinerario a realizar, consulta mapas, libros o pide información a otros montañeros. Conoce la distancia a recorrer y los desniveles que tendrás que superar, valorando si se trata de un recorrido a tu medida. Si consideras que la excursión excede tus capacidades, valora la posibilidad de contratar un servicio de guías.
• No olvides consultar la previsión meteorológica de la zona concreta por donde te vayas a mover.
• Inicia la actividad a una hora prudente: cualquier eventualidad si se hace de noche es mucho más complicada de solucionar.
• Prepara y revisa con tiempo, no a última hora, el equipo y material que vas a utilizar, de este modo evitarás olvidos o sorpresas.
Fuente: Federación Madrileña de Montañismo.
• Nunca tires piedras, ya que puedes provocar un accidente golpeando a montañeros que estén por debajo. Cruza lo más rápidamente posible los pasos expuestos a caída de piedras.
• Recuerda que la actividad finaliza cuando llegas al punto de partida, así que no descuides tu atención en los descensos, ya que es en esta etapa del recorrido cuando se producen la mayoría de los accidentes (no sólo por la mayor relajación tras haber terminado el ascenso, sino también por el cansancio acumulado).
• Si observas que tu situación puede empeorar (por cambios de tiempo, proximidad de la noche, por ser el itinerario más difícil de lo que creías, etc.) piensa en la posibilidad de regresar. La montaña no se va a mover del lugar y tú tendrás muchas otras oportunidades para regresar a ella.
• Procura llevar algún medio de comunicación para pedir ayuda en caso de accidente: una radio, el teléfono móvil (recuerda que el 112 es el número de las emergencias). Pero no confíes al cien por cien en tener cobertura siempre.
• Infórmate sobre la existencia de refugios guardados o no. Pueden ser un apoyo importante para tu actividad.
• Cuida la montaña, no dejes huella de tu presencia.
• Si el itinerario pasa por un espacio protegido no olvides informarte sobre la legislación vigente.
• Extremar la precaución en tramos peligrosos.
• En caso de accidente, no pierdas la calma y actúa con tranquilidad, asegura al accidentado y el lugar del accidente. Evita ponerte tú mismo en peligro. Ante una lesión grave, abrigar al lesionado e inmovilizarlo, señalando el lugar para la localización